Se ganó

Partido áspero si los hay. Sin Jou que se ausentó por motivos personales, el equipo salió a cancha con un Cristian sobrio, que es otra persona. No se jugó bien, tampoco mal, y los rivales no generaron peligro. Lo que pasó fue simple, ellos más que al fútbol parecía que jugaban al rugby, el 23 se creía Steve Giuga y lo único que tenia de la estrella de los dibujos animados era la camiseta azul y la manga arremangada, además de ir en todas con codazos mal y clavando tapones. En sólo quince minutos dejaron al Paragua en inferioridad física, primero le clavaron innecesariamente 4 taponazos, y luego lo revolaron por el aire en mitad de cancha.
El Munster tocó, tocó pero no creo peligro, y con la premisa de no complicarse atrás y esperar el milagro de que aparezcas el gol, se fue al descanso con un 0-0 aburrido y casi en el que no llegó, salvó unos tiros de media distancia. Para el entretiempo, se buscó más peso ofensivo, por eso el ingreso de Tomás de 9, fue otro acierto de Cocoy, le dio al Timao más llegada al arco rival. Una chilena del Paragua que contuvo el arquero, unos tiros de Cris, era casi todo lo producido. Cuando no se puede ganarlo no hay que perder, pero a esta altura al Munster volver a perder no le hace nada, por eso fue de los dos quien más mereció el triunfo y se le dio tras la gran jugada de Tomas para habilitar a Pato quien quedó mano a mano con la replica de Assman (por la pinta de rubio trolo del 1 rival) y definió contra un palo. Uno a cero. Con solo siete minutos por jugar. Otra vez no se podía escapar un triunfo en los últimos minutos, por eso el equipo entendió a la perfección lo que tenía que hacer, revolearla abajo, dársela a los de arriba, ver si sale una contra que lo liquide y pinchar el partido, como lo hizo con Cocoy y el Paragua que la tuvieron tres minutos contra la raya. Se ganó, segundo triunfo al hilo, victoria trabajosa pero victoria al fin, jugando bien o jugando mal, poco importa, el Munster ya esta séptimo y la fecha que viene va por el Hat-Trick.